Las Noticias de hoy 23 Mayo 2023

Enviado por adminideas el Mar, 23/05/2023 - 11:58

LOS PASTORCITOS DE FÁTIMA, a quienes Nuestra Señora apareció - YouTube

Ideas Claras

DE INTERES PARA HOY    martes, 23 de mayo de 2023        

Indice:

ROME REPORTS

El Evangelio es la respuesta al desconcierto actual de los jóvenes

El Papa a los periodistas: "Estén al servicio de la verdad y del bien común"

JMJ: El Papa en agosto se detendrá en el Santuario de Fátima

EL DON DE PIEDAD : Francisco Fernandez Carbajal

Evangelio del martes: los que guardan las palabras de Dios

“¡Enséñame a tratar a tu Hijo!” : San Josemaria

Meditaciones: Solemnidad de Pentecostés

«No me lo puedo creer»

CON LA QUE ESTÁ CAYENDO ROGUEMOS A DIOS CON MARÍA : Alberto García-Mina Freire 

Sor Lucía: los retos a los que se enfrentó la vidente de la Virgen de Fátima

La Inteligencia Artificial nos enfrenta a un reto cultural, social y moral de enorme trascendencia. : Jorge Hernández Mollar

Estrés y protesta. : José Luis Velayos

¿Carne de laboratorio? : Jesús Domingo Martínez

Expertos denuncian la maternidad subrogada como una práctica que atenta contra los derechos y la dignidad de los grupos más vulnerables

Análisis del código de deontología médica. Naturaleza, autorregulación y análisis acotado a determinadas normas : David Guillem-Tatay

LA PORNOGRAFÍA : Jesus Carrizo Fernandez

El pensamiento único : Jesús Martínez Madrid

“Infinito más uno” : Domingo Martínez Madrid

Que se acostumbren a pensar : JD Mez Madrid

Mi rebaño : Antonio Moreno

 

 

ROME REPORTS

 

El Evangelio es la respuesta al desconcierto actual de los jóvenes

Al recibir a los miembros de la Familia Vocacionista, el Papa Francisco les habló de la necesidad de mirar a los jóvenes que a menudo viven al día, pidiéndoles que se dediquen a la evangelización para "ayudar a las personas en el discernimiento espiritual"

Francesca Sabatinelli – Ciudad del Vaticano

Oración, anuncio y misión, estos son los tres "senderos" necesarios para cuidar de las vocaciones, que tanta falta hacen hoy. Este es el camino que el Papa indicó a la Familia Vocacionista, a cuyos miembros recibió hoy en la Ciudad del Vaticano, y a quienes les pidió sembrar, preparar, hacer crecer y acompañar las vocaciones, partiendo del ejemplo de su fundador san Justino María Russolillo, apóstol de las vocaciones canonizado en mayo del año pasado.

 

 

11/05/2022El padre Justino Russolillo, apóstol de las vocaciones y de la santificación

"En primer lugar, la oración. Cada uno responda dentro de sí mismo, a esta pregunta que he hecho... no en voz alta, sino dentro de su corazón: ¿rezo por las vocaciones? ¿O sólo digo un Padrenuestro o un Avemaría, un poco de prisa?... ¿Llevo una oración intensa por las vocaciones?".

Gracias a la oración – explicó el Santo Padre – uno se convierte en "reflejo del amor del Padre por aquellos que encontramos a lo largo del camino"

La audiencia en el Aula Pablo VI

Es así como se ofrece "el primer servicio a las vocaciones", especialmente mirando a los jóvenes que pueden sentirse "atraídos por la opción de donarse interiormente a Dios".

“Las vocaciones, sobre todo las de especial consagración, nacen a menudo así, en contacto con algún sacerdote o alguna religiosa que muestran una bella humanidad, una paz del corazón, una alegría invencible, un rasgo amoroso y acogedor. Y es la oración la que nos hace llegar a ser así. ¡No la descuidemos! Rezar por las vocaciones, intensamente”

El anuncio para comunicar la fe

Acompañando a la oración está el anuncio, "el anuncio del Señor", un aspecto importante que implica "la enseñanza del catecismo". Hoy, ante el desconcierto de las personas, especialmente de los jóvenes, que a menudo se encuentran "viviendo al día", explicó el Papa, es necesario volver al anuncio de la Palabra para "comunicar de manera sencilla y apasionada los contenidos de la fe".

Hay necesidad de esto en la Iglesia: que las energías de nuestro apostolado se dirijan sobre todo al encuentro y a la escucha, para acompañar en el discernimiento. Esto es lo que les recomiendo: llegar a todos con la alegría del Evangelio, ayudar a las personas en el discernimiento espiritual, ¡gastarse en la evangelización!

Acogida, escucha, cercanía

Por último, el Papa habló del espíritu misionero, que debe renovarse constantemente, subrayando la necesidad de "poner en circulación", tanto en la Iglesia como en la sociedad, todo "lo que es útil para comunicar la alegría del Evangelio". También así – prosiguió explicando Francisco – "se lleva adelante la misión: haciéndose capaces de acogida, de escucha y de cercanía".

"Les deseo que sean siempre un espacio abierto para la acogida y el cuidado de las vocaciones; un lugar de oración y discernimiento para quien busca; un lugar de consuelo para los quien está herido; un "taller del Espíritu" donde quien entra puede hacer la experiencia de ser moldeados por el divino artesano que es el Espíritu Santo".

El Papa saluda a los participantes en la peregrinación de la Familia Vocacionista

 

 

El Papa a los periodistas: "Estén al servicio de la verdad y del bien común"

A los fieles presentes en la Plaza de San Pedro para el rezo del Regina Caeli, Francisco pidió un aplauso para los periodistas en la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

Ciudad del Vaticano

En la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, centrada en el tema "Hablar con el corazón", Francisco dirigió, desde la ventana del Palacio Apostólico, su saludo a los periodistas y trabajadores de la comunicación presentes en la Plaza de San Pedro y recordó que "Es el corazón el que nos mueve a una comunicación abierta y acogedora":

“Les agradezco su trabajo y espero que esté siempre al servicio de la verdad y del bien común. ¡Un aplauso a todos los periodistas!”

Presente también en el "Regina Caeli" se encontraba una delegación de la Ucsi, Unione Cattolica Stampa Italiana (Unión Católica de Prensa Italiana), que esta mañana ha participado en una misa en el cercano Centro San Lorenzo y que en los últimos días ha puesto en marcha diversas iniciativas para celebrar la jornada.

Hablar con el corazón

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21/05/2023El Papa: Jesús intercede por nosotros ante el Padre y pide por nuestro perdón

En su mensaje difundido el 24 de enero, Francisco afirmó que “la llamada a hablar con el corazón interpela radicalmente nuestro tiempo, tan propenso a la indiferencia y a la indignación”. “En el dramático contexto del conflicto global que estamos viviendo, es urgente afirmar una comunicación no hostil. Necesitamos comunicadores dispuestos a dialogar, comprometidos a favorecer un desarme integral y que se esfuercen por desmantelar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones”. Fuerte es la invitación a ir contracorriente para apoyar las aspiraciones de paz siguiendo el ejemplo de San Francisco de Sales: “Su actitud apacible, su humanidad, su disposición a dialogar pacientemente con todos, especialmente con quien lo contradecía, lo convirtieron en un testigo extraordinario del amor misericordioso de Dios”.

 

 

JMJ: El Papa en agosto se detendrá en el Santuario de Fátima

El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, confirma las fechas del viaje del Papa Francisco a Portugal del 2 al 6 de agosto próximos. También está prevista una visita al Santuario mariano, que ya visitó en el 2017 con motivo del centenario de las apariciones en la Cova de Iria.

Vatican News

También está prevista una etapa en el Santuario de Fátima durante el viaje que el Papa Francisco realizará a Lisboa, Portugal, con motivo de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Así lo anunció el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, explicando que:

“Con motivo de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, y aceptando la invitación de las autoridades civiles y eclesiales de Portugal, Su Santidad el Papa Francisco viajará a Lisboa del 2 al 6 de agosto de este año, realizando una visita al Santuario de Fátima el 5 de agosto”

Por segunda vez el Papa visita ese santuario mariano

Por segunda vez, el Pontífice visita el santuario mariano, destino de miles de peregrinos cada año. El Santo Padre ya lo había visitado los días 12 y 13 de mayo del 2017, con motivo del centenario de las Apariciones de la Santísima Virgen María en la Cova de Iria.

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En cuanto a la JMJ, se trata de la cuarta Jornada Mundial de la Juventud presidida por el Papa Bergoglio tras las de Brasil (2013), Cracovia (2016) y Panamá (2019).

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El evento que reúne este año a millones de jóvenes de todos los continentes – como ya se ha informado – tiene lugar en la capital portuguesa. Inicialmente prevista para el 2022, tal como lo había anunciado el Papa Francisco el 27 de enero de 2019 en Panamá, la XXXVIII JMJ se trasladó al año siguiente debido a la emergencia por el coronavirus.

El tema elegido es "María se levantó y se fue deprisa" (Lc 1, 39), un versículo del Evangelio de Lucas que habla de la visita de María a su prima Isabel.

 

 

EL DON DE PIEDAD

— Este don tiene como efecto propio el sentido de la filiación divina. Nos mueve a tratar a Dios con la ternura y el afecto de un buen hijo hacia su padre.

— Confianza filial en la oración. El don de piedad y la caridad.

— El espíritu de piedad hacia la Virgen Santísima, los santos, las almas del Purgatorio y nuestros padres. El respeto hacia las realidades creadas.

I. El sentido de la filiación divina, efecto del don de piedad, nos mueve a tratar a Dios con la ternura y el cariño de un buen hijo con su padre, y a los demás hombres como a hermanos que pertenecen a la misma familia.

El Antiguo Testamento manifiesta este don de múltiples formas, particularmente en la oración que constantemente el Pueblo elegido dirige a Dios: alabanza y petición; sentimientos de adoración ante la infinita grandeza divina; confidencias íntimas, en las que expone con toda sencillez al Padre celestial las alegrías y angustias, la esperanza... De modo particular encontramos en los salmos todos los sentimientos que embargan el alma en su trato confiado con el Señor.

Al llegar la plenitud de los tiempos, Jesucristo nos enseñó el tono adecuado en el que debemos dirigirnos a Dios. Cuando oréis habéis de decir: Padre...1. En todas las circunstancias de la vida debemos dirigirnos a Dios con esta filial confianza: Padre, Abba... En diversos lugares del Nuevo Testamento el Espíritu Santo ha querido dejarnos esta palabra aramea: abba, que era el apelativo cariñoso con que los niños hebreos se dirigían a sus padres. Este sentimiento define nuestra postura y encauza nuestra oración ante Dios. Él «no es un ser lejano, que contempla indiferente la suerte de los hombres: sus afanes, sus luchas, sus angustias. Es un Padre que ama a sus hijos hasta el extremo de enviar al Verbo, Segunda Persona de la Trinidad Santísima, para que, encarnándose, muera por nosotros y nos redima. El mismo Padre amoroso que ahora nos atrae suavemente hacia Él, mediante la acción del Espíritu Santo que habita en nuestros corazones»2.

Dios quiere que le tratemos con entera confianza, como hijos pequeños y necesitados. Toda nuestra piedad se alimenta de este hecho: somos hijos de Dios. Y el Espíritu Santo, mediante el don de piedad, nos enseña y nos facilita este trato confiado de un hijo con su Padre.

Mirad qué amor nos ha mostrado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios, y lo somos3. «Parece como si después de las palabras que seamos llamados hijos de Dios, San Juan hubiera hecho una larga pausa, mientras su espíritu penetraba hondamente en la inmensidad del amor que el Padre nos ha dado, no limitándose a llamarnos simplemente hijos de Dios, sino haciéndonos sus hijos en el más auténtico sentido. Esto es lo que hace exclamar a San Juan: ¡y lo somos!»4. El Apóstol nos invita a considerar el inmenso bien de la filiación divina que recibimos con la gracia del Bautismo, y nos anima a secundar la acción del Espíritu Santo que nos impulsa a tratar a nuestro Padre Dios con inefable confianza y ternura.

II. Esta confianza filial se manifiesta particularmente en la oración que el mismo Espíritu suscita en nuestro corazón. Él ayuda nuestra flaqueza, pues no sabiendo siquiera qué hemos de pedir en nuestras oraciones, ni cómo conviene hacerlo, el mismo Espíritu pide por nosotros con gemidos que son inenarrables5. Gracias a estas mociones, podemos dirigirnos a Dios en el tono adecuado, en una oración rica y variada de matices, como es la vida. En ocasiones, hablaremos a nuestro Padre Dios en una queja familiar: ¿Por qué escondes tu rostro...?6; o le expondremos los deseos de una mayor santidad: a Ti te busco solícito, sedienta está mi alma, mi carne te desea como tierra árida, sedienta, sin aguas7; o nuestra unión con Él: fuera de Ti nada deseo sobre la tierra8; o la esperanza inconmovible en su misericordia: Tú eres mi Dios y mi Salvador, en Ti espero siempre9.

Este afecto filial del don de piedad se manifiesta también en rogar una y otra vez como hijos necesitados, hasta que se nos conceda lo que pedimos. En la oración, nuestra voluntad se identifica con la de nuestro Padre, que siempre quiere lo mejor para sus hijos. Esta confianza en la oración nos hace sentirnos seguros, firmes, audaces; aleja la angustia y la inquietud del que solo se apoya en sus propias fuerzas, y nos ayuda a estar serenos ante los obstáculos.

El cristiano que se deja mover por el espíritu de piedad entiende que nuestro Padre quiere lo mejor para cada uno de sus hijos. Todo lo tiene dispuesto para nuestro mayor bien. Por eso la felicidad está en ir conociendo lo que Dios quiere de nosotros en cada momento de nuestra vida y llevarlo a cabo sin dilaciones ni retrasos. De esta confianza en la paternidad divina nace la serenidad, porque sabemos que aun las cosas que parecían un mal irremediable contribuyen al bien de los que aman a Dios10. El Señor nos enseñará un día por qué fue conveniente aquella humillación, aquel desastre económico, aquella enfermedad...

Este don del Espíritu Santo permite que los deberes de justicia y la práctica de la caridad se realicen con prontitud y facilidad. Nos ayuda a ver a los demás hombres, con quienes convivimos y nos encontramos cada día, como hijos de Dios, criaturas que tienen un valor infinito porque Él los quiere con un amor sin límite y los ha redimido con la Sangre de su Hijo derramada en la Cruz. El don de piedad nos impulsa a tratar con inmenso respeto a quienes nos rodean, a compadecernos de sus necesidades y a tratar de remediarlas. Es más, el Espíritu Santo hace que en los demás veamos al mismo Cristo, a quien rendimos esos servicios y ayudas: en verdad os digo, siempre que lo hicisteis con algunos de estos hermanos míos más pequeños, conmigo lo hicisteis11.

La piedad hacia los demás nos lleva a juzgarlos siempre con benignidad, «que camina de la mano con un filial afecto a Dios, nuestro Padre común»12; nos dispone a perdonar con facilidad las posibles ofensas recibidas, aun las que nos pueden resultar más dolorosas. Así nos lo indicó el Señor: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen, orad por los que os persiguen y calumnian, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace nacer su sol sobre buenos y malos, y llover sobre justos y pecadores13. Si el Señor se refiere aquí a ofensas graves, ¿cómo no vamos a perdonar y disculpar los pequeños roces que lleva consigo toda convivencia? El perdón generoso e incondicionado es un buen distintivo de los hijos de Dios.

III. Este don del Espíritu Santo nos mueve y nos facilita el amor filial a nuestra Madre del Cielo, a la que procuramos tratar con el más tierno afecto; la devoción a los ángeles y santos, particularmente a aquellos que ejercen un especial patrocinio sobre nosotros14; a las almas del Purgatorio, como almas queridas y necesitadas de nuestros sufragios; el amor al Papa, como Padre común de los cristianos... La virtud de la piedad, a la que perfecciona este don, inclina también a rendir honor y reverencia a las personas constituidas legítimamente en alguna autoridad, y en primer lugar a los padres.

La paternidad de la tierra viene a ser una participación y un reflejo de la de Dios, del cual proviene toda paternidad en el cielo y sobre la tierra15. «Ellos nos dieron la vida, y de ellos se sirvió el Altísimo para comunicarnos el alma y el entendimiento. Ellos nos instruyeron en la religión, en el trato humano y en la vida civil, y nos enseñaron a llevar una conducta íntegra y santa»16.

El sentido de la filiación divina nos impulsa a querer y a honrar cada vez mejor a nuestros padres, a respetar a los mayores (¡cómo premiará el Señor el cuidado de los que ya son ancianos!) y a las legítimas autoridades.

El don de piedad se extiende y llega más allá que los actos de la virtud de la religión17. El Espíritu Santo, mediante este don, impulsa todas las virtudes que de un modo u otro se relacionan con la justicia. Su campo de acción abarca nuestras relaciones con Dios, con los ángeles y con los hombres. Incluso con las cosas creadas, «consideradas como bienes familiares de la Casa de Dios»18; el don de piedad nos mueve a tratarlas con respeto por su relación con el Creador.

Movido por el Espíritu Santo, el cristiano lee con amor y veneración la Sagrada Escritura, que es como una carta que le envía su Padre desde el Cielo: «En los libros sagrados, el Padre, que está en el Cielo, sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos»19. Y trata con cariño las cosas santas, sobre todo las que pertenecen al culto divino.

Entre los frutos que el don de piedad produce en las almas dóciles a las gracias del Paráclito se encuentra la serenidad en todas las circunstancias; el abandono confiado en la Providencia, pues si Dios se cuida de todo lo creado, mucha más ternura manifestará con sus hijos20; la alegría, que es una característica propia de los hijos de Dios. «Que nadie lea tristeza ni dolor en tu cara, cuando difundes por el ambiente del mundo el aroma de tu sacrificio: los hijos de Dios han de ser siempre sembradores de paz y de alegría»21.

Si muchas veces cada día consideramos que somos hijos de Dios, el Espíritu Santo irá fomentando cada vez más ese trato filial y confiado con nuestro Padre del Cielo. La caridad con todos también facilitará el desarrollo de este don en nuestras almas.

1 Lc 11, 2. — 2 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 84. — 3 1 Jn 3, 1. — 4 B. Perquin, Abba, Padre, Rialp, Madrid 1986, p. 9. — 5 Rom 8, 26. — 6 Cfr. Sal 43, 25. — 7 Sal 62, 2. — 8 Sal 72, 25. — 9 Sal 24, 5. — 10 Cfr. Rom 8, 28. — 11 Mt 25, 40. — 12 R. Garrigou-Lagrange, Las tres edades de la vida interior, Palabra, 4ª ed., Madrid 1982, vol I, p. 191. — 13 Mt 5, 44-45. — 14 Cfr. Santo Tomás, Suma Teológica, 2-2, q. 121. — 15 Ef 3, 15. — 16 Catecismo Romano, III, 5, 9. — 17 Cfr. M. M. Philipon, Los dones del Espíritu Santo, Palabra, Madrid 1983, p. 300.  18 Ibídem. — 19 Conc. Vat. II, Const. Dei Verbum, 21.  20 Cfr. Mt 6, 28.  21 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 59.

 

Evangelio del martes: los que guardan las palabras de Dios

Comentario del martes de la 7.ª semana de Pascua. “He manifestado tu nombre a los que me diste del mundo. Tuyos eran, Tú me los confiaste y ellos han guardado tu palabra”. Para guardar la Palabra de Dios, nos podemos preguntar cada día: ¿qué me quiere decir Jesús con el pasaje de la Misa de hoy?

23/05/2023

Evangelio (Jn 17,1-11a)

Jesús, después de pronunciar estas palabras, elevó sus ojos al cielo y dijo:

—Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique; ya que le diste potestad sobre toda carne, que él dé vida eterna a todos los que Tú le has dado. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Tú has enviado. Yo te he glorificado en la tierra: he terminado la obra que Tú me has encomendado que hiciera. Ahora, Padre, glorifícame Tú a tu lado con la gloria que tuve junto a Ti antes de que el mundo existiera.

»He manifestado tu nombre a los que me diste del mundo. Tuyos eran, Tú me los confiaste y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me has dado proviene de Ti, porque las palabras que me diste se las he dado, y ellos las han recibido y han conocido verdaderamente que yo salí de Ti, y han creído que Tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo sino por los que me has dado, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío, y he sido glorificado en ellos.

»Ya no estoy en el mundo, pero ellos están en el mundo y yo voy a Ti.


Comentario

Al dirigirse al Padre, Jesús se refiere a sus discípulos como aquellos que “han guardado” la palabra de Dios (cfr. Juan 17, 6). En efecto, hacía ya tres años que los apóstoles habían empezado a oír las palabras divinas que venían de los labios de Jesús. «Sobre tu palabra echaré las redes» (Lucas 5,5) le dijo un día Pedro a Jesús, y gracias a esa confianza milagrosamente pudo sacar sus redes repletas de peces. Los apóstoles habían sido atraídos hacia el Maestro por la fuerza de su palabra y así se les abrió un mundo nuevo, lleno de esperanza.

Nosotros también queremos ser de esos que guardan la palabra de Dios. Aquellos que no se conforman con una visión superficial del mundo, del hombre y su destino. Cuidamos la palabra cuando meditamos sobre ella en nuestra oración personal y nos preguntamos: ¿qué me quiere decir Jesús con el pasaje de la Misa de hoy? ¿qué me dice con ese comentario que me hizo un amigo y que no me dejó indiferente? ¿qué me sugiere a través de las oportunidades y problemas que encuentro en mi familia?

Las palabras de Jesús también nos cuidan. Si dejamos que crezcan en nuestro corazón se convierten en un árbol cuya sombra nos ofrece refugio y descanso. Cada uno puede tener un elenco de frases de la Escritura que le gustan especialmente: frases de los Salmos, de los Evangelios, de las cartas de san Pablo, etc. Esas frases nos sirven para hacer nuestra oración personal, recobrar ánimo en medio de las dificultades, pedir luz para juzgar problemas, etc.

Si guardamos las palabras de Jesús podemos permanecer en el mundo sin miedo, porque sabemos que todo fue hecho por Él mismo, el Verbo Divino. Nos damos cuenta de que todo tiene un sentido, y que nuestro camino se dirige hacia «la libertad gloriosa de los hijos de Dios» (Romanos 8,21).

 

“¡Enséñame a tratar a tu Hijo!”

Si no tratas a Cristo en la oración y en el Pan, ¿cómo le vas a dar a conocer? (Camino, 105)

23 de mayo

Procura dar gracias a Jesús en la Eucaristía, cantando loores a Nuestra Señora, a la Virgen pura, la sin mancilla, la que trajo al mundo al Señor.

–Y, con audacia de niño, atrévete a decir a Jesús: mi lindo Amor, ¡bendita sea la Madre que te trajo al mundo!

De seguro que le agradas, y pondrá en tu alma más amor aún. (Forja, 70)

Busca a Dios en el fondo de tu corazón limpio, puro; en el fondo de tu alma cuando le eres fiel, ¡y no pierdas nunca esa intimidad!

–Y, si alguna vez no sabes cómo hablarle, ni qué decir, o no te atreves a buscar a Jesús dentro de ti, acude a María, «tota pulchra» –toda pura, maravillosa–, para confiarle: Señora, Madre nuestra, el Señor ha querido que fueras tú, con tus manos, quien cuidara a Dios: ¡enséñame –enséñanos a todos– a tratar a tu Hijo! (Forja, 84)

 

Meditaciones: Solemnidad de Pentecostés

Reflexión para meditar en la solemnidad de Pentecostés. Los temas propuestos son: el Espíritu Santo da inicio a nuestra misión y la impulsa; con el Paráclito se nos da el perdón; la vida y la fuerza de Dios se nos dan en el Espíritu Santo.

28/05/2023

El Espíritu Santo da inicio a nuestra misión y la impulsa.

Con el Paráclito se nos da el perdón.

La vida y la fuerza de Dios se nos dan en el Espíritu Santo.


EN LA FIESTA de Pentecostés se podría decir que termina la misión de Jesús en la tierra y comienza la nuestra, alentados, impulsados y sostenidos por su mismo Espíritu. Recibimos su misma misión, la que el Padre ha encomendado a su Hijo. «La paz esté con vosotros. Como el Padre me envió, así os envío yo» (Jn 20,21). Nos llenamos de agradecimiento por semejante don y deseamos que el fuego que ardía en el corazón de Jesucristo no se extinga, sino que provoque en nosotros el incendio que él ha soñado y querido. Esas pequeñas llamas que han aparecido en las cabezas de los apóstoles, y en nuestras almas, queremos que se propaguen hasta el último rincón de la tierra. Nos ilusiona ser cooperadores de los planes divinos para llenar el mundo del calor que el Salvador vino a regalarnos.

Para esa misión no estamos solos, contamos con una ayuda insuperable. Jesús nos lo había prometido diciendo que no nos dejaría huérfanos y lo ha cumplido (Jn 14,18). «El Espíritu de Dios, donde entra, expulsa el miedo; nos hace conocer y sentir que estamos en las manos de una omnipotencia de amor: suceda lo que suceda, su amor infinito no nos abandona. Lo demuestra el testimonio de los mártires, la valentía de los confesores de la fe, el ímpetu intrépido de los misioneros, la franqueza de los predicadores, el ejemplo de todos los santos, algunos incluso adolescentes y niños. Lo demuestra la existencia misma de la Iglesia que, a pesar de los límites y las culpas de los hombres, sigue cruzando el océano de la historia, impulsada por el soplo de Dios y animada por su fuego purificador»[1].

Puede ser que algunas veces sintamos esa orfandad, pero no queremos que nos paralice, sabemos que es parte de la cizaña que el diablo intenta sembrar entre el trigo bueno del amor al que somos llamados. Sentirla y percibirla no significa pactar con ella, sino que puede ser precisamente el estímulo para volver a considerar, con la ayuda del Espíritu Santo, que somos hijos muy queridos. Con san Josemaría queremos introducirnos en esta fuente interminable de gracia: «La gloria, para mí, es el amor, es Jesús, y, con él, el Padre –mi Padre– y el Espíritu Santo –mi Santificador–»[2]. En esa intimidad acompañada de la Trinidad tienen cabida y solución nuestros temores y angustias.


LA PRIMERA vez que echamos a andar solos, quizá desde los brazos de nuestro padre a los de nuestra madre, no sabíamos cómo acabaría todo, ni lo habíamos hecho nunca antes. Tenerlos cerca, delante y detrás, era suficiente. Cuando recibimos el abrazo de ambos como premio a nuestra hazaña, nos dimos cuenta de que arriesgarse era maravilloso. Podemos pedir que el Espíritu sea capaz de inflamar nuestra voluntad para que, de una manera similar, vibremos con los deseos divinos de sembrar el mundo de paz y de alegría. La oración es el lugar privilegiado para escuchar su voz y hacerle caso lanzándonos a esa andadura divina. La oración «es un don que recibimos gratuitamente; es diálogo con él en el Espíritu Santo, que ora en nosotros y nos permite dirigirnos a Dios llamándolo Padre, Papá, Abbà (cf. Rm 8,15; Gal 4,6); y esto no es solo un “modo de decir”, sino que es la realidad, nosotros somos realmente hijos de Dios. “Cuantos se dejan llevar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios” (Rm 8,14)»[3].

A veces podemos tener la tentación, tal vez inconsciente, de vivir como si Dios se alejara de nosotros por nuestros pecados o nuestras traiciones. Sin embargo, él nos sorprende una y mil veces con su reacción ante nuestra fragilidad. «Jesús Resucitado, en la primera vez que se aparece a los suyos, dice: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados” (Jn 20,22-23). Jesús no los condena, a pesar de que lo habían abandonado y negado durante la Pasión, sino que les da el Espíritu de perdón. El Espíritu es el primer don del Resucitado y se da en primer lugar para perdonar los pecados. Este es el comienzo de la Iglesia, este es el aglutinante que nos mantiene unidos, el cemento que une los ladrillos de la casa: el perdón. Porque el perdón es el don por excelencia, es el amor más grande, el que mantiene unidos a pesar de todo, que evita el colapso, que refuerza y fortalece. El perdón libera el corazón y le permite recomenzar: el perdón da esperanza, sin perdón no se construye la Iglesia»[4].


EL ESPÍRITU Santo quiere llenarnos de fuerza para que podamos disfrutar de la misión que nos encomienda. San Josemaría nos muestra lo dañino que puede ser no tener los cimientos sólidos de esta gracia divina: «El ataque a la fe tira el edificio espiritual. Desconcierta la tentación contra la esperanza. Pero esa malvada seguridad de que Dios no me ama y que no le amo es la que aniquila y, aun fisiológicamente, deja vacío el corazón»[5].

Afortunadamente, la solución está al alcance de todos: «En este día, aprendemos qué hacer cuando necesitamos un cambio verdadero. ¿Quién de nosotros no lo necesita? Sobre todo cuando estamos hundidos, cuando estamos cansados por el peso de la vida, cuando nuestras debilidades nos oprimen, cuando avanzar es difícil y amar parece imposible. Entonces necesitamos un fuerte “reconstituyente”: es él, la fuerza de Dios; es él que, como profesamos en el “Credo”, “da la vida”. Qué bien nos vendrá asumir cada día este reconstituyente de vida. Decir, cuando despertamos: “Ven, Espíritu Santo, ven a mi corazón, ven a mi jornada”»[6].

Santa Teresita de Lisieux relataba el día de su Confirmación: «¡Qué gozo sentía en el alma! Al igual que los apóstoles, esperaba jubilosa la visita del Espíritu Santo... (...). Por fin, llegó el momento feliz. No sentí ningún viento impetuoso al descender el Espíritu Santo, sino más bien aquella brisa tenue cuyo susurro escuchó Elías en el monte Horeb»[7]. Nosotros también queremos tener el oído atento para que el Consolador nos cuente las maravillas a las que nos llama y para las que hemos sido creados.

«“No os dejaré huérfanos”. Hoy, fiesta de Pentecostés, estas palabras de Jesús nos hacen pensar también en la presencia maternal de María en el cenáculo. La Madre de Jesús está en medio de la comunidad de los discípulos, reunida en oración: es memoria viva del Hijo e invocación viva del Espíritu Santo. Es la Madre de la Iglesia. A su intercesión confiamos de manera particular a todos los cristianos, a las familias y las comunidades, que en este momento tienen más necesidad de la fuerza del Espíritu Paráclito, Defensor y Consolador, Espíritu de verdad, de libertad y de paz»[8].


[1] Benedicto XVI, Homilía, 31-V-2009.

[2] San Josemaría, Apuntes íntimos, nn. 1653-1655.

[3] Francisco, Homilía, 8-VI-2014.

[4] Francisco, Homilía, 4-VI-2017.

[5] San Josemaría, Glosa marginal al Decenario al Espíritu Santo, de Francisca Javiera del Valle.

[6] Francisco, Homilía, 20-V-2018.

[7] Santa Teresa del Niño Jesús, Manuscrito A, cap. IV, 36.

[8] Francisco, Homilía, 15-V-2016.

 

«No me lo puedo creer»

Evidente, sorprendente, desconcertante, maravilloso... David, de Vallecas, como nadie sabe curarle, decide rezar una novena a Isidoro Zorzano para pedir su curación. Así se relataba en el “10 minutos con Jesús” del pasado día 16 de mayo. A los pocos días, Aleteia mostraba algunos detalles más de una curación, que David atribuye al ingeniero del Opus Dei que está en proceso de canonización.

David con su mujer

22/05/2023

El día 16 de mayo el número de visitas a la biografía de Isidoro Zorzano en esta página web fueron inusualmente altas, y lo mismo sucedió con la oración para pedir a Dios por su intercesión. ¿Qué había ocurrido?

Esa mañana, el audio de“10 minutos con Jesús” narraba la curación de David, un profesor vallecano, padre de cinco hijos, todos menores de edad. Un día, hace cinco años -relata el artículo de Aleteia-, moviendo un mueble se hizo daño. Parecía algo de un tendón en la mano derecha, y necesitó de una operación. Se complicó y le afectó a otros nervios. Más operaciones. Empeoró. Se extendió. Le afectó al equilibrio, a temas neuronales, se le quedaron los dedos agarrotados. Los dolores eran muy intensos. Le colocaron un neuroestimulador, que al principio pareció funcionar, pero su cuerpo lo rechazó por algún tipo de alergia. Perdió la sensibilidad, y finalmente, quedó en silla de ruedas. Y con dolores tremendos que apenas le permitían conciliar el sueño.

 

David y Teresa se casaron en la parroquia de San Alberto Magno, en Vallecas. En esa iglesia está enterrado Isidoro Zorzano, un compañero de clase de san Josemaría.

«En mi casa, somos muy de pedir cosas a Isidoro Zorzano. Nos ha hecho favores cotidianos. Y dijimos, ‘¿por qué no?’ Ya que nos ha ayudado en pequeñas cosas, que haga algo más gordo», cuenta David.

Así que se decidió a mover por grupos de redes sociales un mensaje muy campechano invitando a quien quisiera a unirse a una novena a Isidoro Zorzano para pedir su curación, porque él «quería volver a trabajar». Y el mensaje comenzó a circular.

Y es que, unos días antes, el médico no le había buenas noticias: «Cuando veo que todos los medios médicos me dicen que la única esperanza es una operación del neuroestimulador para disminuir el dolor, no para curarme, es en ese momento cuando piensas, ahora de verdad».

Último día de la novena a Isidoro Zorzano

El último día de la novena a Isidoro, David había quedado con su amigo Carlos para acompañarle a hacer unas gestiones a El Escorial, un pueblo en la sierra madrileña. Iban en el coche de Carlos. Entonces, David comenzó a sentir un hormigueo en la pierna. David comenzaba a sentir los dedos y se lo dijo a su amigo, quien le recordó que aún le quedaba por rezar la última estampa de la novena.

Pararon en una gasolinera. Rezaron la estampa muy emocionados. David salió del coche por su propio pie. El equilibrio que perdió hacía años, había vuelto. Y la sensibilidad. Los dedos se habían vuelto a estirar. El dolor había desaparecido. Se abrazó emocionado a su amigo e inmediatamente llamó a Teresa para anunciarle el milagro.

«Siga usted tomando novenas»

David acudió a la consulta -relata el sacerdote en el audio de “10 minutos con Jesús”- que tenía prevista desde antes de este episodio con el médico, que además coordinaba los distintos equipos que estaban siguiendo su caso. al principio el médico no le reconoció. Efectivamente él tenía un paciente con ese nombre y ese apellido, pero su paciente apenas se podía mover y tenía delante de él a alguien que había entrado andando tranquilamente por su propio pie.

Le preguntó si habían tenido algún tipo de tratamiento especial y entonces decidieron contarle que son cristianos y que, en vista de que los medios humanos ya no daban más de sí, habían decidido intensificar lo sobrenaturales y que habían empezado a rezar una novena, que consiste en rezar una oración durante nueve días a un santo pidiendo por la curación. 

El médico le hizo distintas pruebas y mientras iba repitiendo, una y otra vez, «no me lo puedo creer, no me lo puedo creer». Al finalizar elaboró un nuevo informe y les dijo a David y Teresa: «lo único que tengo claro es el nuevo tratamiento: siga usted tomando novenas».

El mérito es de Dios a través de Isidoro Zorzano

«Ahora tengo varios meses de rehabilitación por delante -cuenta David a Aleteia- porque tengo los músculos acartonados, no tengo fuerza en las manos, me canso enseguida».

David sabe que los dolores se han ido y que volverá a trabajar. Eso en lo físico, pero en lo espiritual se siente abrumado «porque no quiero ser protagonista, el mérito es de Dios a través de Isidoro. No lo estoy viendo de la barrera, estoy dentro de la plaza. Yo estoy agradecido, continuamente dando gracias, pero el modelo a seguir no soy yo».

Tiene claro que quiere que su historia se conozca: «Yo cuento lo que sea pero para acercar a la gente a Dios, no quiero ser showman. Pero yo quiero contar la realidad para que la gente crea y podamos tener más milagros».

 

 

CON LA QUE ESTÁ CAYENDO ROGUEMOS A DIOS CON MARÍA

El Papa no cesa de invitarnos a implorar a Dios el don de la paz. Su llamada se ha intensificado al comenzar mayo. Al concluir la Audiencia del miércoles 3 recordó que la Iglesia Católica dedica este mes “de modo especial” a María. A raíz de la petición de Nuestra Señora de Fátima a los tres partorcillos en su primera aparición: “Rezad todos los días el Rosario por la paz en el mundo y el fin de la guerra”, Francisco propuso a los fieles congregados en la Plaza de san Pedro: “Yo también os lo pido: rezad el rosario por la paz”. Tras el rezo del Regina Coeli del domingo 7 aludió a la fiesta de la Virgen del Rosario de Pompeya que tendría lugar al día siguiente[1], comentó: “En este mes de mayo recemos el Rosario pidiendo a la Virgen Santa el don de la paz, en particular por la martirizada Ucrania. Que los responsables de las naciones puedan escuchar el deseo de la gente que sufre y quiere la paz”. Las guerras no paran, y aumentan los países azotados por este horror. El pasado 15 de abril se inició la 3ª guerra civil sudanesa. Por eso los ruegos del Papa no cesan.

 

A las guerras se suman otras desgracias, la gran mayoría causadas por el mal que anida en el corazón del hombre. En su último viaje a Hungría, el Papa advertía de algunas que afectan a Europa. Son fruto de “la colonización de las ideologías”, “que eliminan las diferencias —como en el caso de la denominada cultura de la ideología de género—, o anteponen a la realidad de la vida conceptos reductivos de libertad —por ejemplo, presumiendo como conquista un insensato <derecho al aborto>, que es siempre una trágica derrota—”[2]; también hizo referencia al invierno demográfico, “tenemos países en Europa con la edad media de 46-48 años”[3], y a las políticas contrarias a la familia, que hacen peligrar el futuro de la sociedad. Los síntomas referidos anteriormente los padecemos de forma aguda en España. Basta recordar las últimas leyes en tramitación parlamentaria[4] y los recientes dictámenes del Tribunal Constitucional sobre la eutanasia y el aborto. Algunas desdichas son causadas por desastres naturales, como la sequía que estamos padeciendo.

 

Tampoco olvidemos las circunstancias que vive la Iglesia. Por una parte, está el camino sinodal alemán que comenzó en 2019, organizado por el Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK, por sus siglas en alemán) y la Conferencia Episcopal Alemana. Digamos que va por mal camino[5]. Por otra, el proceso de purificación de los abusos (sexuales, de poder o conciencia) y todas las medidas que se están aplicando para evitar que vuelvan a ocurrir. En palabras del Papa: “el abuso sexual de menores por parte del clero y su mala gestión por parte de los líderes eclesiásticos han sido uno de los mayores desafíos para la Iglesia de nuestro tiempo”[6]. También la persecución que sufren muchos cristianos ha crecido en esta última década. Lo advertía el Papa: “Hoy hay muchos mártires en la Iglesia, muchos, porque por confesar la fe cristiana son expulsados de la sociedad o van a la cárcel… son muchos”[7], a parte de los que mueren por ser fieles a su fe.

 

A lo dicho, añadamos nuestras circunstancias y las de las personas que conocemos: enfermedad, soledad, dificultades y rupturas familiares, agobios económicos, paro, muerte de seres queridos… Son muchas las necesidades que nos afligen. ¿Qué hacer? Renovar nuestra fe y esperanza en el amor de Dios, que es nuestro Padre, y rogarle que nos ayude a ser parte de la solución. El cristiano está llamado a serlo a través de su vida de resucitado, dócil a la acción del Espíritu Santo. Eso incluye confiarnos a su Misericordia y, en nuestra indigencia, acudir humildemente a Él para lograr esas gracias que el mundo tanto necesita. Y un atajo para llegar al corazón de Dios y ser escuchados es María, madre y puerta de la misericordia. “El corazón del Señor comenzó a latir en María, el Dios de la vida tomó el oxígeno de ella. Desde entonces María nos une a Dios, porque en ella Dios se unió a nuestra carne para siempre. María –le gustaba decir a san Francisco de Asís– «ha convertido en hermano nuestro al Señor de la majestad» (San Buenaventura, Legenda major, 9, 3). Ella no es sólo el puente entre Dios y nosotros, es más todavía: es el camino que Dios ha recorrido para llegar a nosotros y es la senda que debemos recorrer nosotros para llegar a Él[8].

 

Los planes de Jesús: confiarnos al cuidado maternal de María

 

Estamos en Pascua, un tiempo de alegría y de acción de gracias por los planes de Dios al realizar nuestra salvación. En su sabiduría, Dios ha querido hacernos partícipes de su vida de la manera más conveniente y oportuna. Ese amor misericordioso llevó a Jesús a no dejarnos en desamparo cuando ascendió al Cielo: se quedó en la Eucaristía; nos envió al Espíritu Santo, que nos hace hijos del Padre y hermanos suyos; fundó una familia, la Iglesia, a la que confió los sacramentos… y no nos dejó huérfanos de madre. Jesús en la Cruz, antes de entregar su alma al Padre, nos dio a su madre, nos confió a su cuidado maternal, nos puso bajo la protección de María: “Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo» Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre»” (Juan 19, 26-27).

 

“En la historia de la salvación no hay separación entre lo que Dios <dice> y lo que <hace>”[9]. Este argumento lo emplea Cantalamessa, predicador de la casa Pontificia, para explicar la maternidad espiritual de María. “Las palabras de Jesús, a veces, describen algo que ya está presente, es decir, revelan lo que existe; en cambio, a veces, crean y hacen existir lo que expresan. A este segundo orden pertenecen las palabras de Jesús moribundo a María y a Juan”[10]. Pone el ejemplo de la transustanciación operada en la Eucaristía: “al decir: «Esto es mi cuerpo», Jesús hacía del pan su cuerpo; así, teniendo en cuenta las debidas proporciones al decir: «Ahí tienes a tu madre», y «Ahí tienes a tu hijo» (ref. Juan 19, 25-27), Jesús constituye a María como madre de Juan, y a Juan hijo de María. Jesús no se limitó a proclamar la nueva maternidad de María, sino que la instituyó”. Es una gracia nueva del Espíritu Santo, preparada al hacerla madre de Jesús, ya que tiene su origen en la maternidad divina de María, e intuida por ella en Caná. “Por lo tanto, dicha maternidad no viene de María, sino de la Palabra de Dios; no se basa en el mérito, sino en la gracia”. “No la hizo primero ministro o le dio títulos de <funcionalidad>. Solo <Madre>”[11]. “Efectivamente, la mediación de María está íntimamente unida a su maternidad... que la distingue de la de las demás criaturas… posee un carácter específicamente materno”[12] y consiste en el ejercicio de su maternidad. Como madre puede, “más bien tiene el derecho de”[13], presentar a su Hijo Jesús las necesidades de los hombres, sus hermanos; que son hijos suyos por querer de Dios Padre por la acción del Espíritu Santo, que dilató su maternidad abrazando a cada hombre, la convirtió en Madre de la Iglesia.

 

Al pie de la Cruz, María recibe esa nueva misericordia de Dios para con nosotros: “ser nuestra madre en el orden de la gracia”[14], instituida y proclamada solemnemente en el Calvario y adelantada en Caná; y la acoge con ese “sí” tan costoso: “una espada traspasará tu alma” (Lucas 2, 35). Qué bueno es Jesús: pide a María ser madre de aquellos que le han crucificado y le han causado tanto dolor. Qué buena es María: madura por la correspondencia fiel al Espíritu Santo, acepta libremente acogernos en su corazón. “La maternidad de María, que se convierte en herencia del hombre, es un don: un don que Cristo mismo hace personalmente a cada hombre”[15]. Ante este querer amoroso de Dios, ¿cómo reaccionamos? ¿Agradaremos a Jesús si prescindimos de lo que sabiamente ha dispuesto?

 

María, omnipotencia suplicante

 

En el corazón materno de María permanece imborrable esa escena en el Gólgota. También se une el recuerdo de la boda en Caná donde ella toma la iniciativa sin que se lo pidan, e intercede ante su Hijo solicitándole una merced para los recién casados: “no tienen vino” (ref. Juan 2, 1-12). Al hacerle el encargo de ser nuestra madre, Dios concede a María las gracias para cumplirlo de la mejor manera. En la Basílica de Guadalupe de México, el Papa recordaba esas palabras de la Virgen al indio Juan Diego: “«¿Qué hay hijo mío el más pequeño?, ¿qué entristece tu corazón?» (cf. Nican Mopohua, 107, 118). «¿Acaso no estoy yo aquí, yo que tengo el honor de ser tu madre?» (ibíd., 119). Ella nos dice que tiene el «honor» de ser nuestra madre. Eso nos da la certeza de que las lágrimas de los que sufren no son estériles”[16].

 

“La Virgen nunca pidió nada para ella, jamás. Sí para los demás” (ref. nota 11). No es fuente de gracias, hay una única: es Cristo, nuestro Redentor (ref. 1 Timoteo 2, 5); María es canal privilegiado y singular de distribución de gracias. Especialmente para los más necesitados de la misericordia, para los alejados: cuanto mayor es la desgracia del hijo, mayor es el derecho de ser socorrido por su madre. Y María intercede ante Jesús. Y su Hijo le hace caso, porque nada niega a la que nunca le negó nada. Y así hace siempre: “pues una vez recibida en los cielos, no dejó su oficio salvador, sino que continúa alcanzándonos por su múltiple intercesión los dones de la eterna salvación… Por eso, la Bienaventurada Virgen en la Iglesia es invocada con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora”[17]. De ahí que sea la Señora de los imposibles. “La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesión lo puede todo ante el corazón del Hijo”[18]. Esta profunda convicción es patrimonio del pueblo cristiano desde los comienzos. “El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente, siguiendo a san Bernardo, cuando canta: <Mujer, eres tan grande y tanto vales, que quien desea una gracia y no recurre a ti, quiere que su deseo vuele sin alas>” (ídem).

 

Algunas enseñanzas de María a sus hijos sobre la oración

 

Si nos fijamos en cómo se presenta la Virgen en sus apariciones, al menos en Guadalupe (México), Lourdes (Francia) y Fátima (Portugal)[19] lo hace con las manos juntas a la altura del pecho en actitud de oración intensa. En Guadalupe, la imagen no responde a la descripción de los videntes; apareció en el tejido de la tilma del indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin. En su 4ª aparición, el 12 de diciembre de 1531, la Virgen le dio una señal para el obispo de México, el franciscano Juan de Zumárraga; le dijo a Juan Diego que subiera a la cima de la colina de Tepeyac donde solía verlo y que cortara las flores que allí encontraría. A pesar del frío del invierno y la aridez del lugar, las halló y las recogió en su tilma, una prenda tipo manta que se anudaba detrás del cuello, donde podría servir para llevar cargas. Al presentarse al obispo, abrió la tilma y dejó caer las flores mientras que en el tejido apareció, inexplicablemente impresa, la imagen de la Virgen de Guadalupe.

 

María es maestra de oración. Mostrarse con las manos juntas en oración fervorosa es una lección práctica a sus hijos. Con ese gesto nos invita a rezar, a rogar con ella a Dios para alcanzar misericordia, esas gracias que necesitamos. Nos recuerda la enseñanza de su hijo Jesús: “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá” (Mateo 7, 7). “El fundamento de esta eficacia de la oración es la bondad del Padre, pero también la mediación de Cristo ante Él (cf. 1 Juan 2, 1) y la acción del Espíritu Santo, que <intercede por nosotros> (Romanos 8, 26-27) según los designios de Dios. Para apoyar la oración, que Cristo y el Espíritu hacen brotar en nuestro corazón, interviene María con su intercesión materna”[20].

 

Otra lección práctica es que la Virgen tiene un rosario[21]. En la primera aparición en Lourdes, María tenía entre sus dedos un largo rosario blanco y dorado con una hermosa cruz de oro. Bernadette hizo la señal de la cruz y rezó el rosario con ella. Terminada la oración, la Señora desapareció. Y en Fátima, en la mano derecha de la Virgen colgaba un rosario color perla con una pequeña cruz de plata brillante. La visión se desvaneció diciendo a los niños: “Recen el Rosario todos los días para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra”. Se refería a la 1ª Guerra Mundial. Hubo 5 apariciones más, hasta octubre. En la última dijo quién era: "Yo soy Nuestra Señora del Rosario, deseo que se construya una capilla aquí en mi honor, que la gente rece el Rosario todos los días”. Ese rogar con ella a Dios encuentra en el rosario un medio soberano al alcance de todos. Se puede rezar solo o acompañado, en la Iglesia o en casa, yendo de viaje o mientras se realizan otras tareas manuales. “En el Rosario, mientras suplicamos a María, templo del Espíritu Santo (cf. Lucas 1, 35), Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno, rogando con nosotros y por nosotros” (ref. nota 18).

 

Con la que está cayendo, roguemos a Dios con María… con el Rosario

 

Reconectamos con la introducción, son muchas las intenciones que ocupan nuestro corazón, abundantes los problemas que reclaman cuidado… destacando el don de la paz, y María, nuestra madre, nos muestra cómo hacerlos frente: nos invita a rogar a Dios con ella… rezando el Rosario.

 

“El Rosario es arma poderosa. Empléala con confianza y te maravillarás del resultado”[22]. Con esta confianza supliquemos a diario con María, unidos al Papa y al pueblo cristiano: “Exhorto a todos a rezar a la Virgen María en el mes a Ella dedicado. A Ella, Consoladora de los afligidos y Reina de la paz, confío la atormentada Ucrania”[23].

 

Una pregunta hecha muchas veces a sor Lucia, vidente de Fátima, es por qué la Virgen les pidió que rezaran el Rosario cada día y no otra cosa. En una ocasión contestó: “certeza absoluta del porqué no la tengo, porque Nuestra Señora no lo explicó y a mí tampoco se me ocurrió preguntarle”[24]. Razonaba que Dios, que es Padre, no quiso mandar algo difícil, que superara las posibilidades de sus hijos, por ejemplo, participar y comulgar diariamente en la santa Misa. En cambio, “el rezo del rosario es accesible a todos, pobres y ricos, sabios e ignorantes, grandes o pequeños” (ídem). Quién desconoce el Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria… Es una oración sencilla. Por si ayuda, expongo algunos consejos para rezarlo mejor:

 

+ Adquiramos un rosario y llevémoslo en el bolsillo (como hace el Papa; se lo enseñó a los jóvenes en Kenia en 2015) “para rezarlo”: empecemos por una decena, hasta los 5 misterios correspondientes al día de la semana.

 

+ Procuremos convertir la oración vocal en contemplación. El Rosario está lleno de significado: por lo que se reza y por lo que se medita a la vez. Consideramos 20 sucesos de la vida de Jesús, llamados misterios (gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos); son un compendio del Evangelio. Probemos a aprenderlos y meditarlos con los ojos de María. Cada decena está precedida por un misterio; antes de rezar parémonos unos segundos a “calentar” el corazón, centrando la atención en la escena que acabamos de enunciar. Son de ayuda las apps[25]. Aportan otros recursos: imagen y textos bíblicos del misterio enunciado; audios (son de gran ayuda para rezar “en compañía” cuando vamos solos). Estos medios “es como “abrir un escenario” en el cual concentrar la atención. Las palabras conducen la imaginación y el espíritu a aquel determinado episodio de la vida de Cristo”[26].

 

+ San Juan XXIII decía: “el <peor Rosario> es aquel que no se reza” ante quien dice que es mejor no rezar que rezarlo mal. Si nos distraemos, nada de desanimarse; al darnos cuenta, pedimos perdón y procuramos poner más empeño. La Virgen sonreirá, nos disculpará y se lo contará a Dios.

 

+ No olvidemos que en el padrenuestro y el avemaría, combinamos la alabanza y la petición. Podemos “comprometer” cada misterio por una intención; con fe viva en Dios pidamos con María al desgranar las 10 avemarías… “La Iglesia ha visto siempre en esta oración una particular eficacia, confiando las causas más difíciles a su recitación comunitaria y a su práctica constante”[27]. Es una oración eficacísima. A los 40 años de las apariciones, sor Lucia dio una entrevista al entonces Postulador de la Causa de Beatificación de sus primos[28]. Como es lógico, al recordar lo ocurrido, habló del Rosario y de su validez: “No hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias, del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario”. Y advertía: “Por eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones… para que no recemos el Santo Rosario”.

 

“En este mes, es tradición rezar el Rosario en casa, con la familia”[29], escribía el Papa en mayo del 2020 en plena pandemia del covid. Eran momentos de reclusión en las casas. “Por eso, he pensado proponerles a todos que redescubramos la belleza de rezar el Rosario en casa durante el mes de mayo”. Era un medio para unirnos rezando unos por otros, y así ayudarnos a superar esa prueba. Han cambiado las circunstancias, pero su invitación es válida porque la paz está amenazada. Probemos a rezar en familia, al menos los sábados, día dedicado a María. También podemos visitar algún santuario, ermita o Iglesia dedicada a la Virgen acompañados de familiares o amigos en este mes. Ya sea solos o acompañados recurramos a nuestra madre del cielo, nos escuchará y presentará a su Hijo nuestras súplicas.

 


[1] Se celebra cada 8 de mayo en el Santuario que el Beato Bartolo Longo promovió a finales del siglo XIX en Pompeya.

[2] Francisco, Discurso a las autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático en su viaje a Hungría (28.04.2023).

[3] La edad media española es 44,07 (INE 2022). El índice de natalidad, 1,19 (INE 2021), somos los penúltimos por encima de Italia.

[4] Señalo dos del 2023: Ley Orgánica 1/2023, de 28 de febrero de 2023, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo; la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.

[5] Señalo lo último. En marzo aprobaron medidas para incorporar la ideología de género en la enseñanza católica, la ordenación de mujeres como diaconisas, la bendición de uniones homosexuales, la normalización de la predicación de los laicos en Misa y una solicitud para que el Vaticano “reexamine” la disciplina del celibato sacerdotal.

[6] Francisco, Discurso a los miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores reunida en el Vaticano (5.05.2023).

[7] Francisco, Audiencia (19.04.2023).

[8] Francisco, Homilía (1.01.21).

[9] Benedicto XVI, Exhortación Verbum Domini n. 53.

[10] Cardenal Cantalamessa, 4ª predicación de Cuaresma del 2020.

[11] Francisco, (3.04.2020).

[12] San Juan Pablo II, encíclica Redemptoris Mater n. 38 (25.03.1987).

[13] Ídem n.21.

[14] Constitución apostólica del Vaticano II Lumen Gentium, n. 62 recogido en el n. 968 del Catecismo de la Iglesia Católica.

[15] San Juan Pablo II, encíclica Redemptoris Mater n. 45 (25.03.1987).

[16] Francisco, homilía (13.02.2016).

[17] Constitución apostólica del Vaticano II Lumen Gentium, n. 62 recogido en el n. 969 del Catecismo de la Iglesia Católica.

[18] San Juan Pablo II, carta apostólica sobre el Santo Rosario n. 16.

[19] La Virgen se apareció el 11 de febrero de 1858 a Bernadette Soubirous en Lourdes; en Fátima el 13 de mayo de 1917 a tres partorcillos del pueblo de Aljustrel, Lucia dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Mato.

[20] San Juan Pablo II, carta apostólica sobre el Santo Rosario n. 16.

[21] En Guadalupe, no; aunque el Rosario se consolidó a finales del siglo XV (el papa Sixto IV la aprobó en 1479), su forma definitiva, que rezamos actualmente, se estableció oficialmente por san Pío V en 1561, posteriormente a 1531, año de la aparición de México.

[22] San Josemaría Escrivá de Balaguer, Camino n. 558.

[23] Francisco, Audiencia (10.05.2023).

[24] Llamadas del mensaje de Fátima, pág 145.

[25] https://play.google.com/store/apps/details?id=app.rosario.it

[26] San Juan Pablo II, carta apostólica sobre el Santo Rosario n. 29.

[27] San Juan Pablo II, carta apostólica sobre el Santo Rosario n. 39.

[28] Francisco y Jacinta fueron canonizados el 13.05.2017, en el centenario de las apariciones.

[29] Francisco, carta a todos los fieles en mayo del 2020 (25.04.2020).

 

 

Sor Lucía: los retos a los que se enfrentó la vidente de la Virgen de Fátima

El 13 de mayo de 1917 le dijo sí a María

El proceso de canonización de Sor Lucía sigue su curso. De los tres niños que presenciaron las apariciones marianas de Fátima en 1917, Sor Lucía era la mayor.

Marco Chiesa, postulador de la causa de canonización, afirma que el proceso se encuentra actualmente en la Positio. Es la fase en la que se trata de probar la heroicidad de las virtudes de Sor Lucía para declararla venerable. Este proceso ha puesto en valor los numerosos retos a los que se enfrentó la vidente.

MARCHO CHIESA
Postulador
El 13 de mayo de 1917 dijo sí a María, que se le aparece, por lo que se pone completamente a disposición. Toda su vida es una renovación de este sí frente a cada dificultad, ya que hay tantas personas que intentaron desacreditarla a ella o al mensaje de Fátima, tantas dificultades que tiene que afrontar por obediencia.

Chiesa afirma que el proceso de canonización ha sido complejo. Han tenido que recopilar documentos de los 97 años de vida de Sor Lucía. También es un proceso complicado porque obliga a estudiar sus estrechas relaciones con el Vaticano y con el papa Juan Pablo II.

MARCHO CHIESA
Postulador
Cuando llegó el momento de la revelación del famoso tercer secreto o tercera parte del secreto de Fátima, el papa escribió un mensaje acompañando e interpretando este mensaje antes de su publicación, porque quería conocer la opinión de Lucía.
Creo que es justo decir que había confianza mutua, digamos un diálogo de fe.

Sor Lucía estuvo a menudo en el punto de mira de la opinión pública, una presión que, según el postulador, intentó afrontar con humildad y sencillez.

 

MARCHO CHIESA
Postulador
Una persona como Lucía siempre estaba en el punto de mira. Aunque estuviera en el monasterio,le llegaban oleadas de cartas, de peticiones. Alguien tan importante en todo el mundo, conocida en todo el mundo, mantenía esa humildad, la de la sencillez de reconocer que Cristo es importante.

Chiesa confía en que Sor Lucía será canonizada antes o despúes, porque consiguió permanecer fiel al sí que pronunció la Virgen en un lejano 1917.

 

La Inteligencia Artificial nos enfrenta a un reto cultural, social y moral de enorme trascendencia.

El afamado neurocientífico portugués Antonio Damasio, premio Príncipe de Asturias, considera que ser inteligente significa “hacer cosas que puedan ser beneficiosas tanto para tí, como para los otros, o para la humanidad en general”, lo que extiende la inteligencia a un concepto más amplio que el de una persona con gran capacidad intelectual. Por otra parte, lo “artificial” según la RAE es lo “hecho por la mano o el arte del hombre”, lo “ no natural” o lo “producido por el ingenio del hombre”.

Es decir si adjetivamos la inteligencia como artificial, la estamos supeditando al ser humano y por lo tanto todo aquello que de beneficioso pueda tener o hacer la inteligencia artificial para cada uno de nosotros o para la humanidad procede del ingenio creativo del hombre, Creo que esto es importante reseñarlo para advertir de los movimientos transhumanistas, que desde un arriesgado y peligroso endiosamiento pretenden sustituir al hombre por un modelo tecnificado más “inteligente” y que en un futuro pueda alcanzar hasta la superación de su mortalidad biológica…

La profesora Elena Postigo, doctora en Bioética y directora del Instituto de Bioética de la Universidad Francisco de Vitoria señala que “el transhumanismo es un movimiento cultural que se plantea la mejora de las condiciones físicas y psíquicas del ser humano con tres fines fundamentales: el superbienestar, la superinteligencia y la superlongevidad, entendida como vivir indefinidamente o como eliminar la posibilidad de morir”. Nos enfrentamos pues, para los años venideros, a un reto social, cultural y moral de enorme trascendencia.

El problema radica en concebir al ser humano como una especie de “máquina” compuesta de células, neuronas, arterias y órganos que insuflan la movilidad corporal y  la capacidad de desarrollar una inteligencia humana, pero que debe ser no solo mejorada sino incluso superada. Se trata de ir arrinconando todo sentido trascendente y espiritual de la vida en favor de un reduccionismo materialista del hombre. Si Dios no existe como creador supremo, sería el propio hombre quien debe ocupar su lugar,haciendo de la Inteligencia Artificial una religión pseudocientífica.

 Según la propia  Elena Postigo “el transhumanismo tiene una incapacidad para comprender que la debilidad humana, la vulnerabilidad y la finitud nos proporciona sabiduría, conciencia del límite, ello nos aporta mucha sabiduría para comprender el valor de lo verdaderamente importante, para aceptar los límites de nuestro conocimiento y de nuestra existencia.  Pero justo cuando somos débiles, vulnerables, nos damos cuenta de  nuestra condición humana limitada. Particularmente, la sabiduría de no querer considerarnos como dioses” Es por eso que prebostes y expertos de las nuevas tecnologías como Geoffrey Hinton, Elon Musk o el filósofo Noam Chomsky han hecho saltar las alarmas ante la posibilidad de que  las máquinas puedan convertirse en una amenaza real para la humanidad.

Jorge Hernández Mollar

 

      Estrés y protesta.

Se define el estrés como la reacción fisiológica del organismo en que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada.

Es una respuesta natural, necesaria para la supervivencia. La exposición a situaciones de estrés no conlleva efectos necesariamente negativos.

Solo cuando la respuesta es excesivamente intensa, frecuente o duradera pueden producirse alteraciones en el organismo. Tal exceso puede provocar trastornos coronarios, respiratorios, inmunológicos, sexuales, endocrinos, metabólicos, gastrointestinales, dermatológicos, sensoriales, musculares, etc.

Los factores que facilitan el estrés pueden ser externos, tales como problemas económicos, familiares, laborales, pérdida de un ser querido, una enfermedad, etc. Y pueden ser  internos, como un dolor emotivo intenso, sentimientos de inferioridad, sentimientos de culpa, fracasos,  temores, miedos, etc.

Son reacciones relacionadas con el estrés las “pataletas” de los niños, las protestas violentas de algunos adolescentes, la negativa de algún anciano a tomar medicinas, las situaciones de ofuscamiento y “cabezonería”, el querer quedar bien a toda costa, etc., etc.

Es normal la reacción general del organismo ante una noxa que le agrede. La fiebre en numerosos casos puede ser una manifestación corporal ante la agresión: por eso, la fiebre es signo y síntoma,  no es en sí una enfermedad

Se habla de tres fases sucesivas de adaptación del organismo, descritas por Hans Selye en 1936, a las que llamó síndrome general de adaptación:

Fase de reacción de alarma: Ante un estímulo estresante, el organismo reacciona automáticamente preparándose para la respuesta, tanto para luchar como para escapar del estímulo. Se dan, entre otros, síntomas tales como sudoración, sequedad de boca, taquicardia, pupilas dilatadas, aumento de frecuencia respiratoria, aumento de la presión arterial, tensión muscular, etc. Es una fase de corta duración.

Fase de resistencia: Aparece cuando el organismo no tiene tiempo de recuperarse y continúa reaccionando para hacer frente a la situación.

Fase de agotamiento: Como la energía de adaptación es limitada, si el estrés continúa o adquiere más intensidad, el organismo puede entrar en una fase de agotamiento, con las consiguientes alteraciones psicosomáticas.

Hay que tener en cuenta que no es lo mismo estrés que ansiedad. Son términos que frecuentemente se confunden. La ansiedad es una situación más psicológica que propiamente orgánica.

Otro tipo de reacción, de otra categoría, es la de tipo social, como puede ser una protesta colectiva, una manifestación, en que el tejido social (o al menos una buena parte de él), se queja de injusticias, arbitrariedades, carencias, etc.

El propósito de la manifestación es querer mostrar que una parte significativa de la población está a favor o en contra de una determinada política, persona, ley, etc. Por eso, suele ser considerado mayor su éxito cuanta más gente participa en ella. 

Son célebres las protestas de los años 60 del pasado siglo, coincidentes con la caída del comunismo en los países del este europeo. Era la época de los Beatles, de las algaradas estudiantiles, de la invasión de Europa por las drogas, del debilitamiento de los regímenes totalitarios, del relativismo como filosofía y forma de vida, relativismo que de alguna forma persiste en el alma social de la Europa del siglo XXI Benedicto XVI, consciente del problema, alertó en su día sobre la peligrosidad de esta actitud.

Consecuencia del relativismo es confundir el bien con el mal.

José Luis Velayos

 

¿Carne de laboratorio?

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) es la encargada de evaluar la seguridad de los nuevos alimentos en la UE, así como de los derivados de nuevas tecnologías como el cultivo celular y la ingeniería tisular.

Estas nuevas tecnologías que quieren sustituir la producción de carne de la manera convencional, es decir, criando animales, por una multiplicación celular llevada a cabo en el laboratorio, tienen sus defensores y detractores. En la UE, la primera palabra la tiene la EFSA, que si bien no puede posicionarse ni a favor ni en contra, si tiene que dictaminar sobre la seguridad de estos productos para los consumidores europeos, sin entrar en cuestiones sociales, económicas ni medioambientales.

Hasta el momento no se le ha pedido a la EFSA que evalúe ningún alimento derivado de células animales cultivadas, pero si han evaluado varios nuevos ingredientes alimentarios producidos mediante fermentación de precisión.

Pienso que es necesario conocer qué son la ingeniería tisular y la fermentación de precisión?. “La ingeniería celular y tisular permite cultivar células y tejidos separados de todo un organismo. Por ejemplo, a partir de unas pocas células procedentes de un músculo u otro órgano, estas células pueden cultivarse en condiciones controladas sin las demás partes del órgano”. “La ingeniería celular ya se utiliza en medicina para regenerar tejidos o sustituir células dañadas o enfermas. Las tecnologías ya están avanzadas y podrían aplicarse en otros ámbitos, como el sector agroalimentario”, dice el profesor Ramiro Alberio.

La denominada fermentación de precisión es una tecnología que utiliza microorganismos para producir productos específicos como proteínas, oligosacáridos lácteos idénticos a los humanos, vitaminas o fibra. “La ciencia que subyace a esta tecnología está en constante evolución, lo que aumenta la gama de posibles aplicaciones alimentarias”, dice el mismo profesor.

Jesús Domingo Martínez

 

Expertos denuncian la maternidad subrogada como una práctica que atenta contra los derechos y la dignidad de los grupos más vulnerables

Por OBSERVATORIO DE BIOETICA UCV|5 mayo, 2023|BIOÉTICA PRESSNoticiasReproducción asistida y FIVTop News

El Departamento de Derecho Privado de la Universidad Católica de Valencia (UCV) presentó el pasado 4 de mayo la obra colectiva Maternidad subrogada: la nueva esclavitud del s. XXI. Un análisis ético y jurídico (Tirant lo Blanch, 2023), dirigida por la profesora Pilar María Estellés Peralta y coordinada por la profesora Mª José Salar.

Estellés reseñó que la maternidad subrogada “constituye un claro atentado contra los derechos y dignidad de los más vulnerables: por un lado, las mujeres en situación de necesidad, pues las aboca a un sistema de esclavitud, lo que contradice el principio común de la Europa continental de que no pueden ser objeto de tráfico jurídico las facultades reproductivas y de gestación de la mujer. Además, supone un ataque a los derechos y dignidad de los hijos nacidos de estas prácticas, a los que se cosifica y a los que se trata como objetos con el que se puede comerciar, es decir, fabricar, comprar, vender”.

Según la directora del libro, “la maternidad subrogada, buscada por algunos por el deseo de convertirse en padres, madres o incluso abuelos, está dando lugar al llamado ‘turismo reproductivo’, que trata de eludir la aplicación de un precepto legal de nuestro ordenamiento jurídico, que claramente establece la nulidad de este contrato de gestación y constituye una clara infracción del orden público español y una vulneración del interés superior de los hijos nacidos de esta técnica”.

La presentación contó con la decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la UCV, Nuria Martínez, quien reseñó como “esencial” la reflexión y profundización en el derecho a la vida y la dignidad de la persona, “valores supremos de todo ordenamiento jurídico civilizado”. “Como universidad tenemos la tarea y misión de contribuir a la producción científica en pro de la defensa de la vida y de la dignidad de la persona», subrayó.

Nacer por contrato deconstruye la identidad

En el encuentro participó Teresa Cid, profesora de la Universidad CEU San Pablo, que se refirió al “hechizo de una libertad de mercado, que es desde donde se está legitimando cada vez más esta práctica”. Una realidad “que pone precio a valores que tradicionalmente estaban fuera del mercado, como la capacidad reproductiva de la mujer o el mismo hecho de la vida humana».

Igualmente, se refirió a las consecuencias jurídicas de “nacer por contrato”: “Lo primero que liquida la maternidad subrogada es ese bien relacional insustituible que es el vínculo del hijo con la madre, que da una identidad al niño y es absolutamente insustituible. Lo deconstruye y transforma en un proyecto de autorrealización personal entre la madre genética, la madre gestante y la madre social”, expresó Cid.

En la sesión intervinieron también los investigadores de la UCV Julio Tudela, director del Observatorio de Bioética; Enrique Burguete, profesor de Antropología y miembro del Observatorio de Bioética; y Cristina Mosquera, profesora de Derecho Civil, que desgranó los entresijos bioéticos y jurídicos de esta práctica.

Tudela explicó que los avances en los estudios de embriología sitúan cada vez más pronto la capacidad del feto de percibir los estímulos de su madre e identificarlos: “Sabemos que este apego va a ser definitivo en la evolución y la maduración, sobre todo cerebral, de modo que la ruptura va a tener que ser reparada. Esto ocurre cuando una madre muere tras el parto o cuando una madre abandona a su hijo tras dar a luz, pero estos son problemas sobrevenidos, no diseñados, a diferencia de la gestación subrogada».

Por su parte, Burguete ha argumentado la consideración del hijo como sujeto para oponerse a esta práctica: “Si fuésemos un objeto, el hijo sería un bien cuya carencia genera una frustración y al que se tiene derecho, un medio al servicio de mi satisfacción o de paliar el sufrimiento por mis frustraciones. Y entonces lo podríamos perfectamente comprar. Pero si el hijo es un sujeto, es un fin en sí mismo. Nadie es para nadie, nadie es propiedad de nadie y nadie tiene sentido para hacer feliz o infeliz a alguien”, aseveró Burguete. En este sentido, la gestación por subrogación es “una intervención perversa en la naturaleza que esconde el propósito de instrumentalizar a la persona para poseerla. Te tendré, hijo mío, y pagarás mi sufrimiento y me darás una satisfacción. Te creo para mi interés”.

Mosquera se centró en las contradicciones jurídicas de la subrogación: “Cuando los españoles acuden al extranjero para obtener un niño por gestación subrogada, desde el momento en que suscriben el contrato, obligan a la gestante a renunciar al niño. Si nos vamos a nuestra legislación sobre adopción, el Código Civil establece que la madre no podrá prestar el asentimiento en la adopción hasta seis semanas después del parto, por lo tanto, ¿qué garantías tenemos de que esa mujer ha prestado un consentimiento de forma libre? No ha podido reflexionar. No sabemos si ese consentimiento está prestado o no con error”.

Instrumentalizar la transmisión de la vida

Finalmente, el catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Valencia, José Ramón de Verda, se ha detenido en las problemáticas civiles en materia de filiación derivadas de la maternidad subrogada. “La investigación actual, inspirada por las teorías de género, quiere dilapidar la diferencia complementaria de sexo binario en la especie humana, de tal manera que va a instrumentalizar absolutamente el fenómeno de la transmisión de la vida. Como no se remedie, se va a diluir absolutamente la figura paterna, la figura materna, la realidad de una familia, el entorno complementario, de tal manera que la vida va a ser producida mecánicamente, a partir de sustratos biológicos que no necesariamente deben tener identidad sexual. Siento ser así de pesimista”, advirtió.

“Mi esperanza es que todas estas locuras son infértiles por sí mismas, de modo que el tiempo acabará terminando con ellas”, continuó De Verda, quien apeló a que el derecho, los poderes públicos y la sociedad sean “garantes y exigentes con el respeto de los derechos humanos de todos, también de los más vulnerables: la madre que gesta y el hijo gestado”, ha concluyó.

La publicación Maternidad subrogada: la nueva esclavitud del s. XXI. Un análisis ético y jurídico se enmarca en una de las líneas de investigación de la UCV, “Nuevos retos de investigación del Derecho Civil del siglo XXI”, y ha contado con la ayuda de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital de la Generalitat Valenciana. En el libro han intervenido dieciséis especialistas de diversas universidades españolas, además de la UCV, como son la Universidad de Valencia, la Universidad San Pablo CEU de Madrid, la Universidad Europea de Madrid, la UNED, y la Universidad de Coímbra en Portugal.

 

Comunicación Universidad Católica de Valencia

 

Análisis del código de deontología médica. Naturaleza, autorregulación y análisis acotado a determinadas normas

Por OBSERVATORIO DE BIOETICA UCV|3 mayo, 2023|BioéticaBIOÉTICA PRESSInformesTop News

Introducción

Parece que la Deontología se asemeja a esos hermanos que antiguamente estaban en medio de una familia numerosa: al hijo mayor le educaban para que sirviera de ejemplo, al pequeño lo mimaban, y quienes estaban en el medio… parecía que se encontraban en tierra de nadie.

Pues, de alguna manera, eso mismo ocurre con la Deontología: si ya existe la Bioética y el Bioderecho, ¿para qué sirve la Deontología?

Cuando lo cierto y verdad es que los hijos que se situaban en el medio eran tan queridos y amados como los de los extremos. Y en esto también se asemeja a la Deontología: si cada hijo tiene su personalidad, su carácter, la Deontología también tiene el suyo, distinto de la Bioética y el Bioderecho. Tiene que ver con las profesiones, con los colegiados y con los Colegios Profesionales. Sobre todo, tiene que ver con los deberes.

Pero vayamos por partes, centrándonos en el nuevo Código de Deontología Médica, que es el objeto de investigación del presente Informe.

En efecto, el pasado día 17 del mes de diciembre de 2022 se aprobó el nuevo Código de Deontología Médica por la Asamblea General del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM). Esta es la sexta actualización desde que se promulgara por primera vez en España en 1945.

El motivo de esta última actualización es el avance de los conocimientos científico-técnicos y, por extensión, sociales, que exigen un Código Deontológico que vaya a la par de los mismos, pues esos avances exigen un avance en derechos, pero también en deberes o, al menos, una adaptación de los mismos a las nuevas situaciones. El motivo no es otro si no que los profesionales de la medicina están al servicio de la sociedad: deben, pues, caminar juntos.

De ahí que se hayan introducido, como novedades, la seguridad del paciente, la telemedicina, las TIC, la Inteligencia Artificial, y grandes bases de datos sanitarias.

Por otra parte, el Código es extenso: 26 Capítulos, una Disposición Adicional y cinco Disposiciones Finales, con un total de 93 artículos. Lo que obliga a preguntarse qué aspectos es pertinente analizar. Para ello, hemos utilizado tres criterios: la naturaleza de los Códigos Deontológicos, la autorregulación y la acotación del análisis a determinadas normas. Acotación que justificaremos en los motivos que se expondrán más adelante.

Naturaleza de los códigos deontológicos

Esta primera parte del presente Informe puede resultar ociosa. Pero preguntarse sobre la naturaleza de un Código deontológico no resulta nada baladí.

En efecto, existen varias teorías sobre la naturaleza de los Códigos deontológicos:

Para algunos son normas éticas. Es la visión tradicional e histórica. De hecho, el término “deontología” fue creado por Jeremy Bentham en 1817 en su obra “Chrestomathia”, concibiéndolo como aquella parte de la Ética que tiene que ver con los deberes o con lo que debería ser. En 1852 Maximiliano Simon aplicó dicho término al ámbito profesional, concretamente al médico. Esta visión ética todavía perdura.

Por su parte, Blondeau (en Arroyo, et al, 1996, p. 76), ve el peligro de que la Deontología se convierta en normas jurídicas y, por ende, heterónomas. Luego volveremos sobre esto.

Sobre la base de las teorías de Vázquez Fernández, Arroyo & Torralba (en Arroyo, et al, pp. 75-77) apuestan por su carácter de puente entre la Moral y el Derecho: “(…), las normas deontológicas enlazan el fin orientativo con el disciplinario, (…)”.

Y, finalmente, Aparisi (2008, p. 480) argumenta que las normas del Código Deontológico son de naturaleza objetiva, toda vez que se trata de principios innegociables.

Bajo nuestro punto de vista, el problema que se encuentra en todas esas teorías es que siempre aparece, mutatis mutandis, la misma reflexión: la Deontología es una parte de la Ética: deberes morales, exigencias éticas, principios morales, moral profesional… Pero son obligaciones cuyo incumplimiento puede acarrear sanción. Tratan de clarificar las diferencias entre Ética y Deontología para evitar confusiones. Pero no se acaba de lograr un deslinde claro y nítido, por lo que tampoco se consigue aclarar la confusión.

Por ese motivo en el presente Informe se propone la siguiente hipótesis: el Código deontológico tiene… naturaleza deontológica, sin más. Sus normas son, pues, plenamente deontológicas, no éticas. La Ética es sólo un elemento de la misma, motivo por el cual contiene principios éticos; pero lo nuclear es que son deberes normativos de carácter deontológico, es decir, inherentes a una profesión colegiada y cuyo incumplimiento puede generar sanción efectiva, sanción impuesta por el Colegio profesional.

Claro que la Deontología tiene que ver con la Ética. Las acciones de los profesionales, como cualquier actividad humana, tienen un componente ético…, pero en este caso sólo un componente.

Existen, sin duda, relaciones entre la Ética y la Deontología, motivo por el cual el Preámbulo ya anticipa que “se han mantenido los principios generales en los que siempre basó su redacción”, evitando violentar la conciencia de los profesionales en los casos exclusivamente éticos.

Es más, posteriormente añade:

“Los principios esenciales de la profesión médica actuales se traducen en actitudes, responsabilidades y compromisos básicos:

  • El fomento del altruismo, la integridad, la honradez, la veracidad y la empatía, que son esenciales para una relación asistencial de confianza plena.
  • La mejora continua en el ejercicio profesional y en la calidad asistencial, basadas en el conocimiento científico y la autoevaluación.”

Pero también existen diferencias. Y ello se debe a que, si bien hay relación, no hay identidad entre ambas disciplinas, la ética y la deontológica. Por esta razón es conveniente aclarar las diferencias entre la Ética (en este caso) de las Profesiones y la Deontología, diferencias que vemos en la siguiente Tabla.

 

 

Vamos a intentar demostrar ahora si nuestra hipótesis es cierta acudiendo a la Jurisprudencia, la Legislación, y al propio Código deontológico.

En cuanto a la Jurisprudencia, según la Sentencia del Tribunal Constitucional número 219/1989, de 21 de diciembre, “las normas de deontología profesional aprobadas por los colegios profesionales (…) no constituyen simples tratados de deberes morales sin consecuencias en el orden disciplinario. Muy al contrario, tales normas determinan obligaciones de necesario cumplimiento por los colegiados y responden a las potestades públicas que la ley delega a favor de los colegios”.

Doctrina jurisprudencial que se recoge en otras Sentencias, tanto del Tribunal Constitucional como del Supremo: Así, la Sentencia del Tribunal Constitucional número 93/1999 afirma que “(…) la infracción de las normas deontológicas, en cuanto conjunto de deberes inherentes a la deontología profesional (…)”. Y, por su parte, la Sentencia del Tribunal Supremo número 5938/2001, lo confirma al decir: “(…) una infracción de su deontología profesional, del conjunto de deberes inherentes a su arte profesional (…)” (STS nº 5938/2001).

Por lo que respecta a la legislación, la Ley 2/1974, de 13 de febrero, sobre Colegios Profesionales, muy reformada pero todavía vigente, dice en su artículo 6 que, sin perjuicio de las Leyes correspondientes, los Colegios Profesionales se rigen por sus Estatutos Generales y por sus Reglamentos de Régimen Interior. Los Estatutos Generales regularán, entre otras, las siguientes materias: el régimen de distinciones y premios, así como el disciplinario.

La Ley 6/1997, de 4 de diciembre, de Consejos y Colegios Profesionales de la Comunidad Valenciana regula, en su artículo 21, las infracciones y sanciones disciplinarias: 1. Se considera infracción la vulneración de las normas deontológicas de la profesión y la de las normas colegiales. Los estatutos de cada profesión especificarán el cuadro de infracciones, que se clasifican en faltas muy graves, graves y leves. 2. Los estatutos, así mismo, contendrán las sanciones aplicables según la clasificación del apartado anterior.

Por su parte, el artículo 1.1 del Código de Deontología Médica establece: “Los deberes que impone este código, en tanto que sancionados por una Corporación de Derecho Público, obligan a su conocimiento y a su cumplimiento a todos los médicos en el ejercicio de la profesión, cualquiera que sea la modalidad en la que la practiquen”.

Y el artículo 1.2 ordena: “El incumplimiento de las normas de este código puede suponer la incursión en falta disciplinaria tipificada en los Estatutos Colegiales cuya corrección se hará a través del procedimiento normativo en ellos establecido”.

En pocas palabras: la Ética, aunque se refiera a las Profesiones, no sanciona; la Deontología, sí genera sanción.

Autorregulación

Si antes hemos hablado de las diferencias entre la Deontología y la Ética, ahora hablamos de las diferencias entre la Deontología y el Derecho.

Y la diferencia más importante, por lo que aquí importa, es que el Derecho es heterónomo, sus normas son dictadas por un Parlamento; mientras que los Códigos Deontológicos están redactados por el propio colectivo profesional a los que afectan.

Esta diferencia, como decimos, es importante, entre otras razones y por lo aquí respecta, porque esos profesionales conocen bien su profesión. Saben que los deberes que el Código regula son básicos (como dice el Preámbulo del propio Código), lo cual es obvio, pero es que saben que las situaciones que contemplan pueden ocurrir y, de hecho, ocurren, por eso las regulan.

Y también saben, porque están asesorados, que en la práctica diaria de los Tribunales hay motivos de reclamación que se dan con más frecuencia que otros, debido a lo cual dedican más artículos en el Código a unos aspectos que a otros.

De hecho, “en los últimos años las reclamaciones contra los médicos han aumentado de forma progresiva (…). Según las estadísticas presentadas por Uniteco Profesional los principales motivos de reclamación están relacionados con la historia clínica, la información dada o la falta del consentimiento informado escrito, (…)” (www.unitecoprofesional.es)

Esos son los motivos del análisis acotado a determinadas normas, que antes prometíamos y ahora pasamos a exponer.

Análisis acotado a determinadas normas

No en vano el Código dedica 31 artículos al consentimiento informado, nada menos. Y después de decir que la relación médico-paciente ha de basarse en el mutuo respeto y la confianza, establece algo fundamental: que “la información al paciente no es un acto burocrático, sino una parte del acto médico cuyo deber corresponde al médico que lo realiza” (artículo 10.1).

E inherente a la información es el consentimiento informado, el cual forma parte de la lex artis (STS, Sala 3ª, de 27 septiembre 2011, que cita otras: SSTS 4 abril 2000; 26 noviembre 2004; 9 mayo y 20 septiembre 2005). Insistimos: el consentimiento informado forma parte de la lex artis.

Por lo tanto, el consentimiento informado: 1) No es un apéndice residual de la actuación sanitaria ni un acto yuxtapuesto a la “verdadera y propia intervención” del médico, ni un acto meramente administrativo. 2) Es un acto propio de la actuación sanitaria y ésta no está realizada –y mucho menos acabada- si no se da el consentimiento informado. 3) Es más, el médico debe potenciar la autonomía del paciente.

¿Por qué insistimos en esto? Porque en la práctica cotidiana ocurren deficiencias e incorrecciones en el consentimiento informado. Y ocurren por la carga de trabajo que sufre el profesional médico que le impide dedicar a cada paciente todo el tiempo que quisiera, y porque todavía se redactan los consentimientos informados escritos con deficiencias.

Y, como decimos los que estamos especializados en Responsabilidad Civil Sanitaria, en esta rama jurídica “normalmente no pasa nada… hasta que pasa”.

Por lo que respecta a la historia clínica, a tenor del artículo 14.1, “los actos médicos deben quedar registrados en la historia clínica con la finalidad de facilitar la mejor calidad y continuidad asistencial y favorecer la seguridad del paciente. El médico tiene el deber y el derecho de redactarla.”

En efecto, la finalidad de la historia clínica es asistencial, pero la última frase no sólo tiene esa finalidad, sino que los redactores lo dicen porque la historia clínica es también un medio de prueba judicial, y un medio de prueba privilegiado (SSTS 2 diciembre 1996 y 10 junio 2004, entre otras muchas)

Ciertamente, deja constancia del estado de salud/enfermedad y evolución del paciente, así como de la relación médico-paciente.

Pero también de la aplicación correcta o no de la Lex Artis por el médico. Como dice Galán (2018, p. 207), puede ser, por tanto, el gran aliado del profesional sanitario… o su peor enemigo.

Y estamos en las mismas: la presión que genera la carga de trabajo deja poco tiempo para rellenar la historia clínica como procede hacerlo. Y esto puede tener consecuencias.

Esas son las razones por las que el Capítulo Sexto regula la responsabilidad del médico. Pero no sólo en el sentido ético (artículo 24.1), sino también en el puramente deontológico (artículos 24.2 y siguientes): asumir las consecuencias negativas y dañosas cuando se producen, reparar el daño, pedir disculpas al paciente y darle las explicaciones oportunas, contratar un seguro de responsabilidad civil profesional.

Ahora bien, se nota que los redactores del Código no sólo conocen su profesión, sino que están bien asesorados. Quienes nos dedicamos a esta especialidad, en este caso jurídica, comprobamos que las normas del Código, en efecto, están adaptadas a la realidad social del momento (Telemedicina y TIC, Capítulo XXIII; IA y bases de datos, Capítulo XXIV), pero también que su actualización se ha realizado teniendo en cuanta la jurisprudencia de los Tribunales más actualizada. Y se comprueba en todos los aspectos que así ocurre (como es el caso, además de los indicados, del secreto profesional, Capítulo VII; o de la objeción de conciencia, Capítulo VIII).

Lo que queremos decir es que la adaptación del Código no sólo era necesaria por los motivos indicados supra, sino que está bien actualizada en todos los aspectos. Conviene, pues, conocerlo.

 

David Guillem-Tatay

Observatorio de Bioética

 

LA PORNOGRAFÍA

La pornografía explota y degrada a la persona humana, mina los matrimonios y la vida familiar, rompe las relaciones personales y sociales, contribuye a la comisión de ataques sexuales y a las molestias a MENORES, reduce el don divino de la sexualidad a un nivel en el que está ausente el sentido de la dignidad personal, de la ternura humana, del amor mutuo y del compromiso ético que forma parte del plan divino.

La pornografía es una enumeración de males, sin bien, porque la pornografía es una autentico infierno, donde se degrada y explota a la persona humana.

El hombre y la mujer no son seres angelicales. Somos animales racionales, amorosos y sexuados. El hombre y la mujer actúan racionalmente, amorosamente, sexualmente. Todo merced a la libre voluntad. La inteligencia, el corazón y la sexualidad son dones admirables. Y él y ella, hombre y mujer, pueden usar bien o mal, perversa o sensatamente de estas cualidades, pueden con tales valores elevarse o degradarse. Tan dignos son él y ella como seres inteligentes y amorosos, que como sexuados. Nadie duda que la moral tradicional ha recelado en exceso (la ley del péndulo) de un extremo a otro.

Pero la sexualidad tiene una importancia decisiva en la construcción de la personalidad de cada uno. Cualquier desvío importante en ella crea personas neuróticas o de una eroticidad mental enfermiza. De aquí la importancia de asegurar un equilibrio sano en la educación de la sexualidad que tiene fines necesarios, muy hermosos y determinados que enriquecen las relaciones y dan a los sentidos un objetivo amable. Sin embargo, el mayor desvío de la sexualidad es LA PORNOGRAFÍA Y SU MERCADO, que crean obsesos sexuales, agresivos y degradan la nobleza de los sentidos.

La pornografía es una de las DROGAS MÁS DESTRUCTORAS DEL EQUILIBRIO HUMANO, aboca a la persona al frenesí del sexo, a la erotización de la mente y a la MUERTE DEL VERDADERO AMOR. Merma la fuerza de VOLUNTAD en todas nuestras actividades, nos lleva a un estado de ánimo desordenado siendo este “estado” verdugo de nosotros mismos y así pagamos el fruto de LA PORNOGRAFÍA: SIDA. Y otras enfermedades con mil calamidades más tienen su origen ahí.

¡Error! Nombre de archivo no especificado.

Todas las reacciones:

Jesus Carrizo Fernandez

 

El pensamiento único

Uno de los deseos más acuciante de los profesores, al menos de los niveles superiores, es conseguir que sus alumnos piensen con rigor y, así, adquieran su propia forma de pensar. En el contexto sociocultural, en el que están inmersos los jóvenes, lo que está de moda es el pensamiento único, por ello nuestros jóvenes no desean tener pensamientos propios, porque están convencidos de que esto les puede generar problemas. Prefieren vivir al día, dejarse llevar, divertirse, ya que no vale la pena pensar, están convencidos de que aceptar lo “políticamente correcto” será el trampolín que les garantizará una vida llena de éxito. 

Mientras los jóvenes se mantengan en esa actitud su estilo de vida será superficial, caduco y opuesto a todo compromiso. Muchos de ellos no quieren pensar, porque eso les puede exigir cambios, a veces drásticos, en su vida. Les asusta conocerse, se esconden en sus miedos, en sus compañías o en la forma de vida que llevan, ésta suele ser estresante, pero a la vez vacía. Sus relaciones son a “short time” porque no quieren comprometerse con nada, ni con nadie, se dejan llevar de sus primeras emociones, sin pararse a discernir si esas relaciones les enriquecen o si por el contrario son tóxicas. Saben que el compromiso exige respuestas responsables en lo personal, en lo familiar o en lo social, lo que choca frontalmente con la corriente, cada día más en boga, del “pensamiento único” o de lo “políticamente correcto”, con la que se pretende diseñar el pensamiento y el comportamiento de todos. Además, se olvidan de que él que vive sin pensar acabará pensando cómo vive.

Jesús Martínez Madrid

 

 

“Infinito más uno”

Muchos jóvenes en nuestros días saben que el no pensar les hace más vulnerables, pero les es más fácil dejarse llevar de las modas o las opiniones difundidas en las redes sociales u otros medios. Todo ello les conduce a llevar un estilo de vida superficial y, como indican algunos psicólogos, al mismo tiempo, a satisfacer sus emociones mediante las relaciones efímeras que encuentran en las redes. Lo superficial o lo efímero no parece que sea lo más apropiado para dar respuesta a los problemas de la sociedad actual ni nos hace más felices.

Los jóvenes de la denominada Generación Yo, S.L., fruto de los shows televisivos y de las redes sociales, viven en Internet y diseñan sus relaciones virtuales a golpe de pulgar. Estos jóvenes solo mantienen su cuerpo en el mundo real mientras que su mente se pierde por el mundo virtual en él que necesitan volcar su propio mundo interior para autoafirmarse y reconocerse. No les importa quienes son, sino qué se dice de ellos en la red y cuántos contactos tienen. Están convencidos de que al que no se le conoce en las redes, no existe. Todo ello, hace que el pensamiento de los jóvenes esté contaminado o manipulado por lo que ofrece el mundo virtual ya que ellos no han podido adquirir una postura crítica frente a ellos.

Además, los jóvenes son “presas fáciles” de nuestros gobernantes quienes coartan su libertad, a base de leyes educativas o sociosanitarias, que les manipulan y les impiden ser hombres y mujeres capaces de reconocer su verdadera dignidad, y les impulsan a dirigir sus vidas basadas en lo que sienten, no en la búsqueda de todo lo que les hace personas íntegras, dispuestas a mejorar el mundo en el que viven.

No hay que olvidar que, también hay jóvenes que en algún momento se han parado a pensar y han sentido la necesidad de darle una “vuelta de tuerca” a su vida, y lo han conseguido con ayuda de personas que los quieren de verdad, que les estimulan para que descubran que la búsqueda de la verdad, del bien y de relaciones duraderas, así como la adquisición de compromisos, vale la pena y les hace más libres. Ejemplos de estos jóvenes aparecen en los videos de la productora “Infinito más uno”.

Domingo Martínez Madrid

 

 

Que se acostumbren a pensar

En este mundo globalizado, ya existen centros educativos donde uno de sus objetivos es enseñar a pensar a los jóvenes o estudiantes, How to think, not what to think, y que no se dejen arrastrar por el pensamiento único, como es la Universidad de Austin en Texas o la Peterson Academy del Profesor Jordan Peterson de Toronto. En ambos casos se pretende escapar de la influencia de la cultura woke que se opone a la búsqueda de la verdad y fomenta el pensamiento único.

Maestros y profesores sabemos bien que el conocimiento verdadero nos hace libres, pero que no se puede obligar a nadie a pensar, ya que es una actividad íntima del espíritu humano, que nadie puede realizar por uno mismo, y que debería ser un gran reto personal. Lo que sí se puede es animar a los jóvenes a tener sus propios pensamientos, que en muchas ocasiones los van adquiriendo, leyendo buenos libros, escuchando y debatiendo con respeto, etc. Los padres y profesores nos hemos de poner a su altura, trazar puentes: afectivos, divertidos, empáticos, para comprenderlos y, así ayudarles a conocerse y a pensar.

Espero, confío y ánimo a que nuestros jóvenes, a los que aprecio, se acostumbren a pensar y descubrir lo que les hace mejores y, mejora su entorno familiar y social.  Esto les ayudará a tener una postura crítica frente a la deriva coercitiva de la “lluvia de leyes o decretos” que constantemente intenta reeducarnos y limita nuestras libertades.

JD Mez Madrid

 

Mi rebaño

Los seres humanos tendemos a encasillar a las personas en un molde que hemos creado con nuestros prejuicios. Sin embargo, esto limita nuestra capacidad para conocer verdaderamente a los demás.

15 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

oveja

Rebaño

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Los seres humanos somos gregarios por naturaleza. Tenemos la necesidad de integrarnos en un grupo con el que compartamos algo: identidad, valores, intereses…. El problema está cuando esos bandos se convierten en cárceles ideológicas que impiden el diálogo.

El más claro ejemplo de ello lo encontramos en el panorama político, donde los partidos explotan el “nosotros” frente a todos los demás, fomentando un efecto de centrifugado que ha dado lugar al actual clima de polarización.

Se juzga al contrario por ser contrario, se analiza hasta el último gesto buscando defectos que nos reafirmen en porqué no somos de ese otro grupo, mientras que sus virtudes, por fastidiosas, tratamos de minimizarlas.

Hombres contra mujeres, jóvenes frente a mayores, conservadores versus progresistas, madridistas frente a culés, creyentes cara a cara con agnósticos… Tienes que definirte, tienes que afiliarte ¿de qué grupo eres y contra quién estás?

Nos informamos en los medios de comunicación y con los comunicadores que coinciden con nuestro punto de vista, porque cuando cambiamos de marca nos incomodamos.

Nos gustan los compartimentos estancos, encapsular a las personas, porque así se simplifican nuestras relaciones. Si vas a Misa, entonces eres de derechas, homófobo y taurino; si luces rastas, entonces eres de extrema izquierda, animalista y fumas marihuana; si eres joven, solo te interesan las redes sociales, eres proabortista y no sabes lo que es trabajar; y si eres mayor, no te enteras de nada y solo piensas en el dinero. Los prejuicios nos hacen la vida más fácil porque nos ahorran pensar, pero lo cierto es que no son verdad. No conocemos a una persona hasta que no hablamos con ella, conocemos su historia, sus circunstancias, sus motivaciones y sus miedos, y muchas veces nos sorprendemos cuando, después de una conversación con aquella persona que nos caía mal, descubrimos a alguien con quien nos encantaría pasar más rato o incluso toda una vida, como me pasó a mí con la que hoy es mi mujer.

En su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que celebraremos el próximo domingo, el papa Francisco nos invita precisamente a fomentar una comunicación abierta y acogedora, y nos anima a ejercitarnos en la escucha «que requiere espera y paciencia, así como la renuncia a afirmar de modo prejuicioso nuestro punto de vista. (…) Esto lleva a quien escucha a sintonizarse en la misma longitud de onda, hasta el punto de que se llega a sentir en el propio corazón el latido del otro. Entonces se hace posible el milagro del encuentro, que nos permite mirarnos los unos a los otros con compasión, acogiendo con respeto las fragilidades de cada uno, en lugar de juzgar de oídas y sembrar discordia y divisiones».

El mayor peligro de encasillarnos pensando que los míos son los buenos y los otros son los malos está cuando no somos capaces de ver a los malos de dentro o a los buenos de fuera porque nos descoloca.

El mal es más inteligente que cualquiera de nosotros, sabe moverse bien de bando y no tiene ningún reparo en cambiarse a su antojo. El fascista que justificaba el exterminio de personas con síndrome de Down por el bien de la raza aria ahora lo hace por la defensa de la mujer bajo la bandera del derecho a decidir y el progresismo; el censor que decidía antes qué se podía decir o no públicamente para defender los valores de regímenes dictatoriales, ahora hace lo mismo en favor de la cultura woke; el pederasta que se metía a cura para estar cerca de los niños ahora se hace entrenador de fútbol base o funda una ONG; quien humillaba a los homosexuales por el mero hecho de serlo, ahora trata con desdén a las familias tradicionales; el señor feudal que ejercía sus injustos privilegios sobre el pueblo lo hace ahora como burgués republicano; la alcaldesa corrupta de derechas cede su asiento tras las elecciones a una alcaldesa corrupta de izquierdas… y así podríamos seguir con una lista infinita de males que no son propios de unos u otros grupos, sino de la especie humana.

Cuando el bien o el mal se relativizan dependiendo de en qué bando estén, perdemos uno de los mayores regalos, quizá el mayor, que Dios nos dio, el de la libertad porque terminamos aceptando el mal o rechazando el bien ante la presión del rebaño.

Seamos astutos como serpientes para no ver a los demás en blanco y negro, sino en la infinita gama de colores que nos es propia. Solo así podremos detectar el mal propio y el bien ajeno, porque en realidad estamos todos en el mismo grupo: el de la gran familia humana herida, eso sí, por el mal desde el principio.